Una de las enfermedades más prevalentes dentro de nuestra sociedad es la Diabetes tipo 2.
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Se produce como consecuencia de la resistencia a la insulina periférica y por consiguiente, aumenta el nivel de insulina, sobre todo en etapas tempranas de la enfermedad. Se diferencia de la Diabetes tipo 1 donde no hay insulina y su causa es autoinmune.
La Diabetes tipo 2 se asocia con Síndrome Metabólico, hipertensión sanguínea, aumento de grasa abdominal, alteración de la composición corporal, mayor predisposición a la formación de trombos, accidentes cerebrovasculares, neurovasculares, inflamación crónica de bajo grado y alteración del perfil lipídico.
Existen 8 herramientas naturales que te ayudarán a controlar tus niveles de glucosa, mejorando tu sensibilidad a la insulina y reduciendo la inflamación, lo cual va a prevenir la evolución de la enfermedad e incluso poder revertirla.
¿Conoces los alimentos prohibidos para las personas que sufren Diabetes tipo 2?
Nutrición equilibrada:
En la Diabetes tipo 2 existe una alteración de la composición corporal, asociada a un aumento de grasa abdominal y una pérdida de masa muscular. El predominio de la grasa visceral se asocia a problemas cardiovasculares.
- Para reducir la resistencia en los receptores periféricos musculares a la insulina tenemos que reducir los carbohidratos que generan un alto impacto en la insulina, como el arroz blanco, las harinas refinadas, el azúcar y los zumos industriales. Daremos prioridad a carbohidratos de menor impacto glucémico y de acuerdo a tu actividad física periodización de manera individualizada.
- Debemos también incluir proteína en cantidad necesaria (1-1,5gr/Kg/día) para preservar/incrementar masa muscular, evitando la caquexia y sarcopenia asociada a la Diabetes tipo 2.
- Las grasas deben consumirse en cantidad moderada siempre priorizando las grasas esenciales y de calidad. Esto garantiza que los receptores periféricos de la membrana celular sigan siendo flexibles, gracias a los fosfolípidos de la membrana, y también permitirá que las hormonas esteroideas sigan funcionando y no exista un desbalance hormonal.
- También debemos incorporar plantas y verduras que contienen vitaminas, micronutrientes y sus polifenoles con un bajo aporte calórico y no tienen impacto negativo en la insulina pero sí te ayudarán a un buen funcionamiento enzimático y hormonal en tu organismo.
Ayuno
El ayuno intermitente de 12-16 horas reduce los niveles de glucosa en ayunas y por lo tanto reduce los niveles de insulina. Es importante instaurarlo de forma paulatina y evitar realizarlo bajo condiciones de deporte/estrés, porque podría elevar los niveles de cortisol sanguíneo. El cortisol es una hormona glucogénica que puede catabolizar el músculo para obtener glucosa y pudiera provocar hiperglicemia por lo que es importante que lo realices bajo la supervisión de un experto.
Modula tus biorritmos
Biorritmo es el funcionamiento fisiológico de tu organismo, a nivel inmunológico, endocrino, intestinal en función de los ciclos de día y de noche. Una simple alteración de sueño puede afectar el comportamiento de tus hormonas: insulina, cortisol, testosterona. Por tanto, es muy importante que nuestros biorritmos funcionen de forma equilibrada.
Lograr dormir entre siete y nueve horas de forma profunda, cayendo en una fase REM lo suficientemente profunda como para reparar nuestros tejidos y que el organismo no entre en estrés.
Deporte
Es muy importante equilibrar la ingesta de acuerdo al tipo de ejercicio que hagamos y también dependerá si realizamos ayuno para evitar el catabolismo muscular. Debemos combinar ejercicio aeróbico y anaeróbico. El ejercicio aeróbico va a permitir mejorar tus condiciones cardiovasculares, pulmonares, mejorar tu flexibilidad metabólica, reducir la glucosa en ayunas, pero el ejercicio anaeróbico favorece la hipertrofia y mejora la sensibilidad a la insulina.
Descanso
Es importante descansar aplicando mindfulness o meditación, para evitar el exceso de cortisol y por lo tanto evitar el catabolismo muscular, la pérdida de tasa metabólica basal y mayor predisposición a diabetes tipo 2.
Disminuye la inflamación
La diabetes tipo 2 y el síndrome metabólico favorecen el depósito de grasa a nivel visceral por resistencia a la insulina. Esta grasa visceral almacena adipocitos que generan citoquinas proinflamatorias yque van a provocar un desequilibrio entre el sistema metabólico y el sistema inmune. Existen herramientas naturales que ayudan a reducir inflamación como la cúrcuma, el jengibre, la canela, la pimienta negra, las enzimas digestivas y la vitamina D, que es inmunomoduladora y la mayoría de la población tiene carencia de la misma.
Los hongos reishi, shiitake y el champiñón también contienen adaptógenos que tienen efecto inmunomodulador, reduciendo las citoquinas circulantes en nuestro organismo en la inflamación crónica de bajo grado, lo cual indirectamente va a generar una mejoría en la sensibilidad a la insulina.
Mejora tu territorio intestinal
La flora intestinal debe estar equilibrada con los receptores a la insulina y el funcionamiento de muchas hormonas, como la testosterona y hormonas ováricas, de ahí el vínculo con Síndrome de Ovario Poliquístico (SOP). Existe evidencia de que la disbiosis intestinal altera la leptina, la adiponectina, la tiroides y el cortisol ,por lo que es un factor importante en la diabetes tipo 2. Puede producir permeabilidad intestinal, EII, colitis ulcerosa y patologías crónicas.
Esta permeabilidad permite la entrada de moléculas que hacen que el sistema inmunológico se ponga en alerta, provoca inflamación, malabsorción y elevación de cortisol. La glutamina y los probióticos adecuados ayudan a restablecer el endotelio y la inmunidad intestinal. Además, el ayuno intermitente, la correcta hidratación, la correcta gestión de la liberación de ácido clorhídrico, evitar la exposición al gluten y a las proteínas lácteas ayudarán a mantener un intestino sano.
Suplementación o fármacos
Existen principios activos como el ácido alfa-lipoico y la berberina, que ayudan a reducir la glucemia, la hemoglobina glicosilada y mejoran la sensibilidad a la insulina pudiendo requerir menores dosis de fármacos/insulina favoreciendo el pronóstico de la enfermedad.
Conclusión
En resumen, la nutrición, el ayuno intermitente, el deporte, la correcta gestión del sueño, de los biorritmos, del descanso y la mejoría del territorio intestinal son claves para modificar la epigenética de la diabetes tipo 2 y ayudan a revertir e incluso curar esta patología.