Existen múltiples beneficios asociados a la autofagia, pero si esta no se gestiona adecuadamente puede ocasionar una serie de problemas físicos. A continuación, hablaremos acerca de 6 de estos posibles efectos secundarios.
¿Conoces los beneficios que proporciona la autofagia?
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CATABOLISMO MUSCULAR
El primer efecto adverso de una autofagia mal gestionada puede ser el catabolismo muscular. En el afán de perder grasa o acelerar el metabolismo, entre otros beneficios, mucha gente se inicia en el ayuno intermitente y en el ejercicio de alta intensidad, así como ingestas muy bajas en calorías e hidratos de carbono y un mal descanso. Esto va a permitir rápidamente entrar en autofagia (junto con una gran adherencia, por la elevada liberación de adrenalina).
El problema ocurre si no existe una buena base, es decir, una buena flexibilidad metabólica o suficiente masa muscular, entre otros aspectos, y es que tu organismo, frente a todas las alteraciones que se van a producir, como la hiperactividad del sistema nervioso, la inflamación, alteraciones hormonales… va a liberar cortisol. El cortisol es una hormona neoglucogénica, producida por la cápsula suprarrenal, que va a movilizar aminoácidos de la masa muscular para elevar la glucosa en sangre. Esto supondrá un punto de inflexión que va a conducir a una pérdida de masa muscular, entre otras alteraciones, como pueden ser la desmineralización ósea, dando lugar a alteraciones en el sistema endocrino, nervioso, emocional, etc.
ALTERACIONES DEL METABOLISMO
El segundo posible efecto secundario de la autofagia son alteraciones en el metabolismo. Esto es una consecuencia de lo anteriormente comentado, ya que una autofagia alargada en el tiempo y mal planificada (sin flexibilidad metabólica, sin descansos, sin incorporaciones de hidratos de carbono…), puede conducir a una inflamación y liberación del cortisol en un intento de desinflamar el organismo.
Si esta autofagia la alargamos en el tiempo y se sigue liberando cortisol, se va a disminuir la masa muscular y también lo hará la tasa metabólica basal. Esto repercutirá en que cada vez se necesite menor cantidad de calorías y la inflamación será cada vez mayor, produciendo mayor predisposición a una dieta rebote, en la que cuando te salgas de la comida habitual, como tu organismo tendrá una tasa metabólica muy baja, vas a sufrir un aumento de peso. Si a esto sumamos que, con esa subida constante de cortisol el organismo va a estar en alerta constantemente, es muy probable que se eleve la prolactina.
Si se eleva la prolactina van a existir dos consecuencias a nivel endocrino:
- La tiroides se va a ralentizar, ya que esta glándula es un sensor energético y va a detectar que hay una falta de calorías, por lo que va a intentar enlentecer aún más el metabolismo (disminuir la Tª corporal, no elevar pulsaciones durante el deporte, que estés deprimido…). En las analíticas la TSH va a ir aumentando paulatinamente.
- Por otro lado, la prolactina elevada va a hacer que la hipófisis no libere GnRH, que es la hormona liberadora de gonadotropinas, encargada de activar el testículo en el hombre y los ovarios en la mujer para que liberen las hormonas sexuales.
DESEQUILIBRIOS EN EL SISTEMA NERVIOSO Y SISTEMA EMOCIONAL
El tercer posible efecto secundario de la autofagia son estos posibles desequilibrios. Es muy probable que a los 7-10 días de haber iniciado todas las herramientas alrededor de la promoción de la autofagia, empiece a aparecer cierta euforia, y esto se ha de considerar un desequilibrio, porque es algo que se sale de la norma y está producido por una activación del sistema nervioso, que para poder adaptarse libera más adrenalina, noradrenalina y dopamina.
Esa falsa euforia puede hacer en muchas ocasiones tomar decisiones fuera de contexto. Esta hiperactividad, a veces, se traduce en una bajada abrupta del sistema nerviosoy hormonal en periodos de catabolismo, tras muchas semanas de liberación de catecolaminas, producido por la anteriormente comentada elevación de la prolactina.
PROBLEMAS INMUNOLÓGICOS
El cuarto posible efecto secundario de la autofagia se da a nivel inmunológico. La autofagia ha demostrado beneficios sobre el sistema inmunológico en múltiples patologías autoinmunes. Los pacientes con estas patologías llevan a cabo distintas herramientas relacionadas con la autofagia, promoviendo así el reciclaje de proteínas que pueden activar al sistema inmunológico y liberar una alta cantidad de anticuerpos.
Con esta estrategia se pueden observar mejoras en determinados marcadores inmunológicos. Pero si estas estrategias se llevan al extremo no conllevan beneficios inmunológicos, si no todo lo contrario, dan lugar a una inmunosupresión con las posibles patologías asociadas que puedan aparecer.
Por eso, hay que saber que la autofagia puede beneficiar a las enfermedades autoinmunes, pero siempre con un equilibrio adecuado. Se ha estudiado, que en procesos tumorales, la célula tumoral puede beneficiarse de la autofagia para obtener nuevos recursos y favorecer su crecimiento y expansión.
ALTERACIÓN DEL RENDIMIENTO DEPORTIVO
El quinto efecto secundario es la alteración del rendimiento deportivo. Cuando se llevan a cabo las distintas herramientas alrededor de la autofagia, empieza a haber una mejor composición corporal, debido al déficit calórico, que van a ayudar a desinflamar al organismo y conseguir una mejor flexibilidad metabólica, por lo que a corto plazo se puede conseguir una mejora en la forma física.
Pero en el caso de que un deportista amateur o profesional quiera alargar en exceso la autofagia, va a llegar un momento en el cual va a aumentar el riesgo de rotura muscular, al haber una bajada del glucógeno muscular, el rendimiento deportivo va a disminuir y va a aparecer un agotamiento del sistema nervioso, que es mucho peor que el agotamiento muscular, ya que se va a reducir la dopamina y a aumentar la prolactina, y se puede llegar a la depresión y a la pérdida del interés en el entrenar.
TRASTORNOS DE LA ALIMENTACIÓN
El sexto y último posible efecto secundario de desarrollar la autofagia de forma anárquica son los trastornos de la alimentación. Debido a la adherencia a la que conduce la autofagia como consecuencia de liberar adrenalina y dopamina, y la sensación de tener un falso autocontrol, en muchas ocasiones puede llevar a las personas a desarrollar trastornos de la alimentación sin ser conscientes. Será una fase donde se encuentren bien anímica y físicamente, pero sin darse cuenta de que tienen en déficit nutricional y empiezan a disminuir muchos kilos y desarrollar una inmunosupresión por el cortisol elevado.
La autofagia, como toda herramienta, puede ser muy beneficiosa para la salud, pero mal gestionada o llevada a cabo de forma anárquica y al extremo, puede generar posibles efectos secundarios y patologías tanto a nivel físico como a nivel del sistema nervioso.
