La testosterona marca en gran medida la felicidad de los hombres. La testosterona, hormona que en los hombres es producida en los testículos, define características típicamente masculinas como la gravedad de la voz, el vello facial, la musculatura y la capacidad sexual. La falta de testosterona se llama hipogonadismo y se estima que afecta a 5 hombres de cada 1000. Un hombre afectado de hipogonadismo haciendo un símil en un contexto histórico de la fauna silvestre, sería cómo un animal indefenso ante la vida y con los días contados. Al igual que un lobo herido y expulsado de la manada o un guepardo con una pierna fracturada, su vida estaría vista para sentencia.
Por suerte en la coyuntura social en la que nos encontramos la cosa cambia, las soluciones existen y en este artículo hablaremos de ello. Muchas personas pueden recuperar sus niveles óptimos de testosterona, existen varias herramientas a nuestro alcance: la terapia de reposición de testosterona (TRT), un cambio de hábitos cotidianos o la implementación de una estrategía médico-nutricional son algunas de las más utilizadas.
Volviendo al caso del hipogonadismo y por contextualizar pondremos algunos ejemplos que se pueden dar.
Un ejemplar humano con hipogonadismo es incapaz de poder aparearse, primero por la falta de deseo y voluntad y después por una incapacidad fisiológica que le va a impedir llevar a cabo la ejecución. Este problema va mucho más allá de lo puramente sexual ya que estas personas verán afectadas todas las facetas de su vida, desde la capacidad de recuperación de un entrenamiento hasta el sueño o la falta de capacidad cognitiva. Por todo ello es importante que tengamos información sobre el hipogonadismo.
¿Qué es el hipogonadismo?
El hipogonadismo puede comenzar durante el desarrollo fetal, antes de la pubertad o durante la edad adulta. Los signos y síntomas dependen de cuándo aparece la afección.
Si el cuerpo no produce suficiente testosterona durante el desarrollo fetal, el resultado puede ser un retraso en el crecimiento de los órganos sexuales externos. De acuerdo con cuándo se desarrolla el hipogonadismo y cuánta testosterona está presente, un niño que es genéticamente masculino puede nacer con los genitales alterados, con una clara orientación al sexo femenino o un subdesarrollo de los genitales masculinos.
Otro síntoma del hipogonadismo es el que nos lleva al retraso de la pubertad y por arrastre tendremos consecuencias negativas en el desarrollo de la masa muscular, el engrosamiento de la voz, el crecimiento de vello corporal y facial o el crecimiento del pene y los testículos con la aparición de la ginecomastia.
En la fase adulta se puede pasar por una fase en donde perdemos capacidad de la función reproductiva, deseo sexual, falta de vitalidad y depresión, disfunción eréctil, esterilidad, disminución del crecimiento de vello en la cara y el cuerpo y pérdida de masa ósea (osteoporosis) o dificultad para concentrarse.
Cómo ya hemos visto el hipogonadismo puede ocurrir en cualquier etapa de maduración. Los síntomas serán diferentes dependiendo de su edad y el momento en que se desarrolle.
10 Causas que nos pueden llevar al hipogonadismo
Conociendo la importancia que puede tener una falta de testosterona en la vida principalmente del género másculino, haremos un listado de las 10 causas más comunes que nos pueden llevar al hipogonadismo:
Síndrome de Klinefelter
Esta afección es el resultado de una anomalía congénita de los cromosomas sexuales X e Y. Un hombre normalmente tiene un cromosoma X y un cromosoma Y. En el síndrome de Klinefelter, hay dos o más cromosomas X además de un cromosoma Y. El cromosoma Y contiene el material genético que determina el sexo de un niño y el desarrollo relacionado. El cromosoma X adicional que se da en el síndrome de Klinefelter provoca el desarrollo anormal de los testículos, lo que a su vez genera una producción deficiente de testosterona.
Testículos no descendidos
Antes del nacimiento, los testículos se desarrollan dentro del abdomen y normalmente descienden hasta su lugar permanente en el escroto. Algunas veces, uno o ambos testículos no descienden al nacer.
Esta afección a menudo se corrige por sí sola durante los primeros años de vida sin tratamiento. Si no se corrige en la primera infancia, puede provocar el mal funcionamiento de los testículos y una reducción de la producción de testosterona.
Orquitis por parotiditis
Una infección por parotiditis que afecta los testículos y que ocurre durante la adolescencia o la edad adulta puede dañar los testículos, y afectar su función y la producción de testosterona.
Hemocromatosis
Demasiado hierro en la sangre puede causar insuficiencia testicular o disfunción de la glándula pituitaria, lo que afecta la producción de testosterona.
Lesión en los testículos
Debido a que los testículos se encuentran fuera del abdomen, son propensos a sufrir lesiones. El daño a ambos testículos puede causar hipogonadismo. El daño a un testículo puede no afectar la producción de testosterona total.
Tratamiento oncológico
La quimioterapia o la terapia de radiación en el tratamiento oncológico puede interferir en la producción de testosterona y esperma. Si bien en general los efectos de ambos tratamientos son temporales, puede haber infertilidad permanente. Aunque muchos hombres recuperan su fertilidad a los pocos meses del tratamiento, tienen la opción de conservar el esperma antes de comenzar la terapia contra el cáncer.
Trastornos hipofisarios
Una anomalía en la glándula pituitaria puede afectar a la liberación de hormonas de la glándula pituitaria a los testículos, lo que afecta la producción normal de testosterona. Un tumor hipofisario u otro tipo de tumor cerebral ubicado cerca de la hipófisis puede causar una deficiencia de testosterona o de otras hormonas.
Además, el tratamiento de un tumor cerebral, como la cirugía o la radioterapia, puede afectar la glándula pituitaria y causar hipogonadismo. Ciertas enfermedades inflamatorias, como la sarcoidosis, la histiocitosis y la tuberculosis, afectan el hipotálamo y la glándula pituitaria, y pueden afectar la producción de testosterona.
Medicamentos
El uso de ciertos medicamentos, como los analgésicos opiáceos y algunas hormonas, puede afectar a la producción de testosterona.
Obesidad
Tener sobrepeso significativo a cualquier edad podría estar relacionado con el hipogonadismo. Esto es debido al proceso de aromatización por parte de las enzimas llamadas aromatasas que están muy relacionadas con la biosíntesis de la testosterona a estrógeno (hormona sexual femenina). Estas moléculas se encuentran principalmente en la zona adiposa del cuerpo humano.
Envejecimiento.
A medida que los hombres envejecen hay una disminución lenta y progresiva en la producción de testosterona. La tasa varía enormemente.
Conclusión
En este artículo hemos visto la importancia que tiene la testosterona en el ser humano y principalmente en el hombre. La falta de testosterona es una afección grave que cambia profundamente la vida de quien lo padece, anulando su capacidad de forma general. Un hombre con hipogonadismo no va a poder llevar una vida plena en el ámbito sexual pero va a sufrir una disminución importante de su capacidad en otros muchos aspectos cómo: la composición corporal, capacidad cognitiva, sistema óseo, recuperación ante los esfuerzos o la tenencia de un sentimiento de autoestima alto. En definitiva, un hombre con hipogonadismo podría equivaler a lo siguiente: la persona se alejaría de la mejor versión de ella misma para vivir en un estado caricaturesco.
