Nuestra sociedad está plagada de enfermedades que giran alrededor de la mala gestión del estrés físico y emocional. Vivimos con más estrés, con más procesos emocionales que afectan al correcto funcionamiento del organismo.
En el siglo XXI cada vez son más los médicos que observan como a su consulta acuden pacientes que vienen con determinados síntomas físicos que son reflejo o consecuencia de un componente emocional. Exceso de liberación de adrenalina, liberación de cortisol, somatización a nivel del intestino, a nivel cardiovascular, hipertensión, arritmias, falta de oxigenación a la hora de respirar, cefaleas, alteraciones del sueño, etc.
Todo esto puede tener un componente emocional de base que en muchas ocasiones genera aún más desconocimiento e incertidumbre; la persona se angustia y termina acudiendo a urgencias en múltiples oportunidades y comienza a hacerse pruebas compulsivamente.
Es muy importante saber que más allá de la farmacología, que en determinados momentos es vital como en casos de shock postraumático, de depresión endógena etc, también existen herramientas naturales que se pueden incorporar en el día a día para gestionar bien la ansiedad.
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8 Herramientas para controlar la ansiedad
Controla tu salud:
Nuestro sistema nervioso no funciona independiente del resto de órganos y de sistemas fisiológicos del organismo; en muchas ocasiones la liberación de adrenalina, noradrenalina y determinadas moléculas y neurotransmisores por parte de nuestro sistema nervioso es ni más ni menos que una llamada de atención ante la existencia de patologías o problemas de base fisiológicos que ponen en alerta al hipotálamo y al sistema nervioso para que busques comida, refugio, agua para que puedas sobrevivir; por eso si tienes problemas intestinales, metabólicos o cualquier estado que pueda generar estrés para el cuerpo, éste va a reaccionar liberando catecolaminas y adrenalina para poner en marcha un intento de resolver esa situación.
Como la mayoría de las personas no saben la razón fisiológica de porqué el organismo está liberando esas sustancias que generan arritmia esporádica, nerviosismo, disnea entre otros síntomas, que lejos de ser patológicos están empujando a que se ponga en marcha la solución del problema de base.
Un ejemplo clave es lo que ocurre cuando un bebé no ingiere leche materna, su organismo siente a nivel del hipotálamo que faltan nutrientes, ácidos grasos esenciales, glucosa, aminoácidos, minerales, etc; esto provoca secreción de adrenalina a nivel del sistema nervioso y hace que el bebé llore, que genere una llamada de atención a la madre para que venga y lo amamante. El niño expresa su ansiedad como consecuencia de un problema de salud.
Por lo tanto hay que tener en cuenta que en muchas ocasiones no debemos tapar la ansiedad con problemas médicos que no existen, sino tratar de encontrar su verdadera causa.
Verificar el funcionamiento de los biorritmos:
La falta de sueño causa impacto en el sistema nervioso que genera estados de cansancio, afección del foco cognitivo, mal humor, y al mismo tiempo con exceso de nerviosismo, ansiedad y disnea porque el organismo entra en estado de alarma al no haber descansado bien.
Físicamente está cansado, pero hay la imposición que salga a la caza-trabajo sin flaquear. Todas estas acciones hacen que el organismo, para poder adaptarse, libere mucha adrenalina, por lo que va a entrar en un estado de somnolencia todo el día, pero al mismo tiempo la persona está nerviosa.
Se pueden usar suplementos o principios activos que modulen la actividad del sistema nervioso simpático como la L-tirosina o mucuna pruriens. Por la tarde también se puede suplementar con azafrán, GABA, magnesio, 5-HTP o melatonina.
Control Hormonal:
Hay muchos pacientes con depresión crónica, ansiedad, trastornos obsesivo compulsivos, etc. que están medicados y que llevan arrastrando sus problemas emocionales durante muchos años.
Al estudiar estos problemas en profundidad con una analítica, se puede evidenciar el gran impacto negativo que tienen a nivel hormonal los estados nerviosos y emocionales alterados.
Es muy importante mantener nuestras hormonas bajo control, sobre todo las del eje tiroideo y las hormonas sexuales. Hormonas de control vital como el cortisol y la dehidroepiandrosterona son fundamentales porque son las que nos mantienen en capacidad para enfrentarnos al estrés y no caer en procesos de ansiedad.
Adaptógenos:
Son principios activos normalmente derivados de la medicina ayurvédica o de la medicina China que aumentan la capacidad del sistema nervioso y el sistema hormonal para enfrentar el estrés. Como ya hemos mencionado, es de vital importancia el sostenimiento de las concentraciones adecuadas de las hormonas para el manejo óptimo del estrés crónico y agudo.
En este sentido las hormonas de la cápsula suprarrenal son importantísimas, por lo que los adaptógenos que facilitan que la cápsula suprarrenal siga funcionando de forma eficiente y siga liberando estas hormonas son muy importantes; entre ellos podemos encontrar: mucuna pruriens, la ashwagandha, melatonina, GABA, azafrán concentrado, etc.
Todo este tipo de principios activos facilitan la conciliación del sueño y la relajación que al final del día mejora los biorritmos.
El deporte:
Es una de las mejores herramientas para lograr una correcta gestión del estrés y de la ansiedad. Es muy bien conocido cómo el ejercicio de alta intensidad va a generar una mejor inervación de las placas neuromusculares, lo que provoca una mayor liberación de acetilcolina, dopamina y determinados neurotransmisores que van a facilitar la capacidad de enfrentar el estrés.
Hacer deporte ayuda a conciliar bien el sueño y a que el resto de los sistemas fisiológicos funcionen mejor; hay que tener cuidado con el conocido síndrome de sobreentrenamiento que puede acabar en un síndrome de fatiga central.
Este no depende del deporte, depende de la mala gestión del mismo, por lo que llevarlo al extremo o practicarlo de forma anárquica y sin el control adecuado de la nutrición, del descanso, etc, podría incluso empeorar la capacidad para enfrentarse al estrés.
¿Quieres empezar a hacer deporte? Te dejo en artículo que escribí acerca de cómo iniciarse en el deporte.
Terapias psicológicas o emocionales:
Su efectividad depende de las preferencias individuales. Aquí podríamos hablar de la meditación, del mindfulness, terapia psicológica, y básicamente cualquier terapia que ayude a entender los procesos emocionales por los cuales se está pasando en un determinado momento.
La farmacología:
Debidamente indicada y estudiada dependiendo del caso del paciente, se podrá plantear el uso a corto plazo y en bajas dosis de medicación ansiolítica o fármacos antidepresivos en caso de ser necesario siempre recetadas por el médico. Nunca automedicarse.
Entender que la ansiedad en muchas ocasiones no deja de ser un proceso fisiológico que tiende a mejorar por sí solo:
Toda patología física crónica genera un impacto emocional y es muy importante entender que la ansiedad en muchas ocasiones no deja de ser un reflejo de ese desequilibrio interno que está ocurriendo en el organismo. Hay una explicación coherente de la causa del exceso de adrenalina y los síntomas que genera.
Nos asustan todos los procesos de estrés y de ansiedad y por eso es tan importante que aparte de utilizar la farmacología dirigida a todas estas enfermedades psicosomáticas, se debe controlar además los desequilibrios del sistema nervioso. Debemos aprender que herramientas naturales como la gestión de las hormonas mediante la nutrición, puede contribuir en gran medida al correcto funcionamiento del sistema nervioso.